Etiquetas para productos

Eso sí, no solamente sirven para promocionar el producto de forma llamativa. También sirven para cumplir la ley, añadiendo la información necesaria en cada caso. Eso incluye elementos como la cantidad, la fecha de caducidad, instrucciones de uso, nombre de la empresa, alérgenos, país de origen o información nutricional, entre otras cosas.

Por otro lado, también pueden usarse en las propias empresas para controlar el stock o para clasificar los productos de una forma más fácil.

La impresión de etiquetas con los mayores estándares de calidad es indispensable para que los productos capten la atención de los clientes. También deben adaptarse a cada producto y sus condiciones de conservaciones, siendo capaces de mantenerse intactas incluso en las peores condiciones. En Etibérica imprimimos etiquetas personalizadas, con miles de posibilidades para que siempre hagas una elección acertada.

También te ayudamos a cumplir la normativa de tu producto, mostrando la información que haga falta en cada tipo de producto. Conocemos a fondo el mercado y nos adaptamos a cada necesidad, cumpliendo siempre los plazos y maximizando la calidad del producto final.

Dentro de las etiquetas que se colocan en los diferentes productos alimenticios hay multitud de tipos. Cada una está hecha para un producto y una necesidad, adaptándose a las características únicas del mismo y a la ley en vigor. En cualquier caso, todas ellas sirven para promocionar y proporcionar la información necesaria al consumidor, cumpliendo la ley impuesta en cada caso.

Las etiquetas que se ponen en los quesos son realmente importantes, pues permiten diferenciar el producto de la competencia fácilmente. Es importante cuidar el formato y la tipografía para que sea llamativa, pudiendo elegir una etiqueta circular, cuadrada incluso a medida.

Además, también muestran las características del producto, incluyendo el tipo de queso, su método de elaboración, su curación y la temperatura. Tampoco hay que olvidar la información habitual de las etiquetas para productos, incluyendo la información nutricional, la fecha de caducidad, alérgenos, país de origen o peso neto.

Las etiquetas de conservas se usan en latas y tarros de cristal en multitud de alimentos. Se pueden encontrar las etiquetas de mermeladas, conservas de pescado, guisantes, melocotón en almíbar o incluso frutos secos. Gracias a ellas podrás destacar tu marca sobre las demás, adaptándose a la forma de la lata o del vidrio y cumpliendo siempre la normativa sobre conservas.

Los condimentos y especias tienen un sistema de etiquetado diferente al del resto. En este caso, se incluye el nombre de la especia, la marca comercial, ingredientes, modo de empleo, información nutricional si tuviera calorías, cantidad y fecha de consumo preferente.

En ocasiones, también se pueden imprimir etiquetas de especias para los usuarios, las cuales simplemente incluirán el nombre de la misma de forma llamativa. Estas etiquetas son útiles para colocar las especias en botes de cristal y saber de qué es cada una, haciéndolo por supuesto de una forma vistosa y diferente.

Las etiquetas de frutas o verduras o PLU se usan para controlar los productos frescos. Se basan en un código asignado por la Federación Internacional para los Estándares de Productos. Para etiquetar este producto se usan las llamadas etiquetas de corbata, usadas para cerrar la malla de forma llamativa.

En este caso, no solamente tienen un aspecto atractivo. Con esta etiqueta se puede saber cómo se cultivó el producto, si usó algún pesticida, si ha sido modificado o si es orgánico. Su uso es opcional, pero puede ser muy útil si quieres informar al consumidor de la calidad de tu producto, además de facilitarte el control de inventario.

Las etiquetas para miel deben indicar la denominación del producto (el origen floral), número de lote, peso, responsable del producto, fechas, instrucciones de conversación si es necesario, país de origen y símbolo de reciclaje. También se debe indicar el origen topográfico o regional si tiene ese origen y el símbolo de Apicultura Ecológica si lo cumple.

Al contrario que en otros casos, no necesitas mostrar los ingredientes, ya que consta de uno solo (miel).  Tampoco es obligatorio el etiquetado nutricional (aunque es aconsejable para ampliar la información al usuario).

Una buena etiqueta para bebidas puede hacer que un producto destaque sobre otro, ya que ocupa un gran espacio en la lata o la botella. La etiqueta debe ser lo suficientemente atractiva para que el producto se venda, creando un diseño dirigido al público objetivo de la bebida. No se hará el mismo diseño para un producto infantil que para uno dirigido a jóvenes. Además, debe ser una etiqueta sostenible que pueda reciclarse y altamente adhesiva, para soportar el frío de la nevera.

Por otro lado, las etiquetas de este tipo deben cumplir con las normas habituales con respecto a la información. Aquí se incluye el nombre, los ingredientes, la caducidad, datos del fabricante, información nutricional y distribuidor.

Las etiquetas para congelados deben imprimirse con mucho cuidado. Una buena etiqueta está creada para resistir temperaturas muy bajas, que son las que se dan en el congelador y en la nevera. Para esta tarea se suelen usar etiquetas impermeables, plastificadas o incluso en papel en algunos casos.

Por este motivo, se usan en alimentos congelados o refrigerados como pizzas, pescados, mariscos, frutas o carnes. Están hechas a medida para adaptarse a superficies irregulares y también sirven para promocionar la marca. Por otro lado, también sirven para controlar el stock.

Como no podía ser de otro modo, cumplen todas las normativas con la información obligatoria de lote, fecha de caducidad, peso o información nutricional entre otras.

Si quieres etiquetar tu producto cumpliendo las normativas y con la máxima calidad, hazlo con Etibérica. Contáctanos y solicita un presupuesto sin compromiso. ¡Te esperamos!